Detenida en un atasco vehicular, Paula cuestiona su vida matrimonial. Fue entonces cuando entendió el motivo de su pesar. «Voy camino a un atasco mucho peor». «El peor de todos».
—¡Tiene un arma! —gritó Armando con angustia.
Más que sus palabras, lo que dejó boquiabierta a Paula fue escuchar la voz de su marido mostrar algún tipo de emoción. Cuando por fin reaccionó, se dio cuenta de que una mujer de melena roja, revólver en mano, y el gigantón a quien perseguía corrían en dirección a ellos.
Se oyó un grito entrecortado y el chirrido de la puerta. Para cuando Paula volteó, su marido ya iba corriendo desaforadamente por la calle. Mientras lo veía escurrirse como una culebra, escuchó unos estallidos secos. El zumbido en sus oídos la dejó confundida un rato. Se asomó por la ventana y vio que, a pocos pasos, se había formado un tumulto de gente. No pudo distinguir ni al gigantón ni a su perseguidora.
Las patrullas no tardaron en llegar con un séquito exagerado de sirenas. En cuestión de minutos, los uniformados tomaron control de la escena y hacían señas a los conductores para que reanudaran su camino. Los curiosos y chismosos regresaban a sus coches y comentaban deleitados lo que acababan de presenciar.
Paula los miró con desdén. «Seguro esto es lo más interesante que les ha pasado en años. ¡Qué patéticos!» se dijo sacudiendo la cabeza. «Por supuesto que la joyita de mi marido tenía que ser el cabecilla del grupo».
Armando se subió al auto como si nada.
—¡Qué valiente me resultaste! Saliste corriendo como niñita asustada. Y de mí, ni te acordaste, ¿cierto?
Armando ni siquiera intentó disculparse. Le dijo que estaba estresado por lo que había pasado y que por favor lo dejara en paz.
Un poco antes de que se alejaran del lugar, Paula alcanzó a ver a dos oficiales con la mujer de pelo rojo. Sintió deseos de abrazarla. Pero enseguida la perdió de vista y todo con lo que se quedó fue un vacío enorme.
«¡Qué locura!», pensó, «¿No debería de estar aliviada de que al fin salimos de aquel atasco?»
Fue entonces cuando entendió el motivo de su pesar. «Voy camino a un atasco mucho peor».
«El peor de todos».
Paula se preguntó por qué se había conformado con un marido indiferente. Le sobraron las respuestas. La preocupación de quedarse solterona, la presión de su mamá, el qué dirán de la gente, el miedo a la soledad.
«¡Qué ironía! Si me siento más sola que nunca».
Miró a Armando. Un zombi al volante.
«¡Pude haber muerto en aquel tiroteo!», se le cruzó por la cabeza.
Fue entonces que vio todo con claridad. «La vida me ha dado una nueva oportunidad».
Aquel evento era lo que necesitaba para despabilarse. No era tarde, claro que no. Todavía era una mujer saludable, atractiva y en algún rincón de la casa, había un título coleccionando polvo.
«Iniciaré los trámites del divorcio inmediatamente.» No esperaría a que fuera oficial. Al día siguiente se iría de la casa. Armando se podía quedar con todos los vestigios de aquella vida tediosa.
Para cuando el auto comenzaba a atravesar la entrada del garaje, Paula ya tenía una larga lista de planes.
«¡Planes! No recuerdo cuándo fue la última vez que hice planes.» No quería detenerse a pensar por qué había tardado tanto en escapar de la desidia. No regalaría un minuto más a la amargura.
Aquella misma noche haría una reserva en un crucero de solteros, buscaría el mejor lugar en Italia para tomar clases de arte y comenzaría a barajar temas para la gran novela que iba a escribir.
Salió del auto tan eufórica ante todas las posibilidades que de repente se le presentaban, que no sintió las gruesas gotas resbalar por sus piernas. Oyó un grito y al voltearse, se encontró con los ojos vacíos de Armando, quien la señalaba mientras balbuceaba algo incompresible.
—Por fin me voy a librar de ti —masculló aliviada.
Este pensamiento iluminó su rostro con una sonrisa que la acompañó mientras se desplomaba contra aquel suelo gris.
@melmarquezadams
letrasdesdeeldesvan.blogspot.com
- El Intruso, un relato de Melanie Márquez Adams (II) - noviembre 14, 2018
- El Intruso, un relato de Melanie Márquez Adams (I) - noviembre 7, 2018
- Romance Art Deco (III) - mayo 13, 2018