Angélica Castro, actriz y presentadora de origen chileno, esposa del galán de telenovelas Cristian De La Fuente y mamá de Laura, está lista para volver a las tablas como protagonista junto a Erika de la Rosa de la obra “El Beso del Jabalí” que se estrena en Miami este tres de junio.
Angélica Castro y Erika de la Rosa, interpretaran a dos medias hermanas que mantienen una relación lésbica, en la obra de teatro “El Beso del Jabalí”, la cual está escrita y producida por Eduardo Roman y co producida por Beatriz Valdés.
La Nota Latina converso con la actriz sobre esta obra a la que considera “muy profunda, intensa, real, cruda, compleja y desafiante». Mira lo que nos dijo.
–¿Cómo haces para combinar el teatro con la televisión?
–Siempre cuando se trata de un buen proyecto uno se organiza. En lo personal para tomar «El Beso del Jabali» tuve que decirle no a un proyecto televisivo. Pero pocas veces uno se enfrenta a un guión de este calibre y riqueza de personajes e historia llena de verdad, matices y poder. Lo que sí tengo claro que un proyecto como este no puede ser compartido con algo más. Me exige toda mi atención. Definitivamente por este periodo es poner en espera el resto. Muy absorbente y apasionante.
–Teatro o televisión, ¿qué te gusta más?
–Son dos grandes pasiones, imposibles de comparar. El teatro tiene la fascinación de la adrenalina, donde no hay margen de error, ni repetición alguna, todo se deja en el escenario. Estas completamente desnuda frente a un público exigente. La televisión es algo con lo que vivo desde los 16 años entonces es como mi segunda piel, donde uno pasa a ser la ventana del alma para el televidente. Estás más resguardado claramente.
–¿Por qué haces teatro?
Porque siempre es un gran desafío, nunca estoy relajada, siempre estoy aprendiendo. Cada función es un viaje nuevo de emociones, donde vivo la historia de distintas formas y me golpea en distintos momentos, no hay nada asegurado. Uno se transforma en ese personaje desde el momento que pisas ese escenario, me permite transformarme día a día. En el teatro ponemos todo lo que hemos aprendido y más a disposición del personaje, donde está en juego la verdad, los movimientos en el escenario, el manejo corporal, de la voz , no hay un lente que te ayude a magnificar una emoción, sino que debemos hacernos cargo de que un público completo lo perciba.
–¿Qué significado tiene para ti El Beso del Jabalí?
— Definitivamente hay un antes y un después. Una obra de teatro para mí es como un hijo, al cual le dedicas meses, entre lecturas, análisis del personaje, ensayos de lunes a lunes, no se conoce la palabra descanso. Desde que leí el guión no he parado de pensar ni soñar con él con su historia, sus encuentros y desencuentros. Es una obra muy profunda, intensa, real, cruda, compleja y desafiante. Magistralmente escrita, donde no se descuida un detalle de sus personajes, llena de grandes momentos e inesperados. Esos proyectos que al ser tan difíciles pasan a ser un sueño.
— ¿Por qué decidiste participar en el Beso del Jabalí?
— Primero porque me enamoré perdidamente del guión. Admiro enormemente a su creador Eduardo Roman, quien además es muy reconocido en Argentina y me entusiasmaba muchísimo la idea de trabajar con él. Como proyecto es tremendamente desafiante, solo 2 actrices en el escenario, tener la posibilidad de montar una obra en español y en inglés y evidentemente tener la posibilidad de estar actuando en «Broadway» es un sueño para mí que estoy asumiendo con muchísima responsabilidad, disciplina, humildad y pasión.
–¿Qué viene después del Beso del Jabalí?
–Estoy con varios proyectos en carpeta. Pero el primero será irme de vacaciones con mi marido que estará saliendo de novela en México y mi hija que sale de vacaciones. ¡Muy merecidas!
–Tienes el instinto y el coraje de un “Jabalí”
–Totalmente
–El Beso del Jabalí trata de traiciones y miedo ¿Alguna vez has sido traicionada? ¿A que le tienes miedo?
–Claro que sí más de una vez, es parte de la vida. No me gusta la palabra miedo porque paraliza pero siempre me ha preocupado el sufrimiento o enfermedad de un ser querido.
— El Beso del Jabalí también habla del destino ¿Crees en el destino?
–Creo en el libre albedrío y por lo mismo es fundamental los caminos que vamos eligiendo o las puertas que decidimos abrir para acercarnos al destino correcto, siempre con responsabilidad y gratitud.
–¿Cuales son las características que una Erika de la Rosa y a Angélica Castro?
–Compañerismo, generosidad, compromiso, valentía, alegría, profesionalismo, entrega, solidaridad, sensibilidad y simpleza.
— ¿Qué es lo que más disfrutas del Beso del Jabalí?
–El desafío día a día de encontrarme con Virginia, un personaje muy complejo, rico y profundo. El entregarme por entero y lograr jugar y experimentar siempre nuevos rincones. El tener la libertad de hacer y decir lo que quiera sin juzgar por un instante.
–Cuál ha sido la experiencia de trabajar con un director como Eduardo Roman
–Evidentemente tener la posibilidad de contar con la dirección de Eduardo Roman y Beatriz Valdés es doble honor. Imagínate tener a un guionista de este nivel dirigiendo es una bendición porque hay detalles psicológicos del personaje que nadie conoce mejor que Eduardo y contar con la talentosa actriz Beatriz Valdés es otro gran regalo, ya habíamos trabajado juntas para Brujas y realmente su experiencia en teatro es única, de la cual uno está absorbiendo como una esponja todo el tiempo. No te quieres perder detalle. ¡Más no podría pedir!.
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