Al buscar una nueva enseñanza para compartir con ustedes, me encontré con una analogía intrigante e interesante que nos invita a reflexionar sobre nuestras acciones y actitudes en la vida personal y laboral. En algún momento de nuestras vidas, hemos escuchado sobre la distinción entre las moscas y las abejas, planteada por un venerado maestro en una conversación con un discípulo. Aunque simple en apariencia, encierra un significado profundo sobre la forma en que elegimos vivir y desempeñarnos en nuestras responsabilidades diarias.
«¿A dónde vamos con esto, Marybel? ¿Ahora resulta que nos quieres comparar con moscas y abejas? No, jamás». Permíteme explicarlo. Las moscas, con su constante zumbido y apariencia luctuosa, representan aquellos que, como estos insectos, se dedican a revolotear alrededor de la negatividad y la maldad. Son como recolectores de desechos, buscando en cada rincón la basura que pueden compartir con los demás, contaminando así el ambiente con emociones dañinas como el odio, el rencor y la tristeza.
Por otro lado, las abejas, con su diligencia y laboriosa naturaleza, representan a aquellos que eligen alimentar su alma y espíritu con cosas positivas y edificantes. Buscan la belleza en cada situación, aunque sea adversa, eligen el lado luminoso de la vida y se esfuerzan por ser fuentes de alegría, luz y paz para quienes les rodean.
Es importante reconocer que cada uno de nosotros tiene la capacidad de elegir cómo queremos ser en nuestro entorno laboral y en la vida en general. Podemos optar por ser como las moscas, enredados en la negatividad y la discordia, o podemos decidir ser como las abejas, esparciendo bondad y optimismo a nuestro alrededor.
Al reflexionar sobre esta analogía, los invito a considerar qué tipo de insecto son en su vida laboral o personal. ¿Se identifican más con la mosca o con la abeja? ¿Qué acciones pueden tomar para cultivar una actitud más positiva y constructiva en su trabajo y en sus relaciones con los demás? Debemos preguntarnos a diario qué personas queremos ser hoy, en qué nos queremos convertir, qué día aspiramos tener de abeja o de mosca. ¿Por qué elegimos tener personas moscas en nuestra vida? ¿Qué debemos aprender de ellas?
Recordemos que cada pequeña acción que tomamos tiene un impacto en nuestro entorno y en el mundo en general. Al elegir ser como las abejas, podemos contribuir a crear un ambiente más armonioso y productivo para todos.
En la Biblia, ese libro al que hacemos referencia, nos encontramos con este versículo “Sea vuestra gentileza conocida de todos los hombres. El Señor está cerca.» – Filipenses 4:5 (RVR1960) que nos habla sobre la importancia de la amabilidad hacia los demás. Al ser amables y gentiles con quienes nos rodean, estamos mostrando el amor de Dios y contribuyendo a crear un ambiente de armonía y paz.
Gracias, gracias, gracias por leerme, compartir nuestros relatos y publicitarse con nosotras. Recuerden que aquí estamos para redactarles una nota de presentación, la entrevista que les ayudara a potenciar sus marcas, llevarles sus redes sociales desde cero o escribirles su historia y convertirla en un libro.
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