Luego de una temporada de fiestas, vacaciones -y hasta excesos- con nuestros seres queridos y amistades llega el momento de volver a la realidad, el momento de volver a nuestras responsabilidades y de afrontar tanto las cosas que quedaron pendientes del año pasado como los nuevos propósitos de año nuevo.
Si te da flojera y quisieras extender los días de asueto por más tiempo, mira estos secretos para superar la pereza y tomar acción de Gananci. Pero si eres de aquellos que a pesar de tener energía se les dificulta volver a entrar a su ciclo de productividad sin importar lo motivados que estén, mira a continuación esta serie de trucos para facilitarte la vida durante los primeros días de enero o en cualquier momento cuando debas volver de vacaciones.
1.- Date tiempo: las personas somos seres de costumbres. Lleva tiempo construir un hábito y cuando se rompe hay que volver a trabajar para volver a arraigarlo. Así que no te estreses si te cuesta mucho despertar por la mañana el día que tienes que volver al trabajo. Es parte de la vida y del proceso de adaptación. En vez de quejarte o de sentirte mal por ello, trata de tomar las siguientes medidas para que no te ocurra.
2.- Ve a dormir más temprano: si el lunes debes volver al trabajo o a los estudios, dos días antes empieza a dormir más temprano o en su defecto, a colocar una alarma lo más cercano posible a la hora que deberás despertar cuando vuelvas a comenzar la rutina.
De esta manera tu cuerpo empezará a adaptarse al ritmo que llevabas antes de salir de vacaciones y no le tomarás de sorpresa la mañana del lunes.
3.- Organízate previamente: para que se te haga más fácil la adaptación, empieza a preparar lo que necesites con la mayor anticipación posible. Si el domingo en la noche estás corriendo por todos lados de tu casa lavando el uniforme y buscando tu identificación de la empresa, esto solo traerá más estrés del que probablemente ya puedas estar sintiendo.
Si vas organizándote con tiempo, por ejemplo, el fin de semana anterior, la mañana del lunes tendrás menos preocupaciones ya que habrás tenido tiempo de verificar que todo esté en orden y no te falte nada que pueda entorpecer el día.
4.- Haz un horario: una buena idea es establecer un horario o una lista de tareas para que durante la primera semana -que normalmente es la más difícil- puedas encargarte de todo, sin pasar nada por alto accidentalmente.
Durante ese periodo, muchos sentimos cansancio o como que el tiempo no nos alcanza para hacer todo lo que tenemos pendiente, lo cual nos puede hacer sentir abrumados. Esto es normal, pero si tienes una lista y un horario en el que puedas apoyarte, no tendrás que gastar energía recordando una y otra vez lo que debías hacer, sino recurres a tu lista y ¡Voilà!
5.- Programa múltiples alarmas: sabemos que cuando tenemos varios días despertando sin horario específico, a nuestro cuerpo le toma un poco de tiempo y paciencia volver a la disciplina previa, por esto y para evitar inconvenientes lo mejor es que programes un par de alarmas (o más si lo consideras necesario) para que el sueño pesado no sea un problema. Olvídate de los 5 minutos más. Sal de la cama apenas escuches la alarma.
Para ayudarte con eso, lo mejor que puedes hacer es colocar tu alarma fuera de tu radio de alcance mientras aun estás en la cama. Esto hará que debas pararte obligatoriamente para poder apagarla. Eso sí, no la pongas tan lejos que después no la escuches. Mira estas recomendaciones de Gananci para mejorar tu productividad antes de salir de casa.
Si te fijas bien, lo más importante es la preparación previa. Si tienes cubierto eso, será más fácil para ti el proceso. Recuerda no presionarte demasiado y tomarlo con calma, la paciencia te ayudará a evitar el estrés y la frustración.
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