Todos, absolutamente todos, nacemos con un talento especial. Lo retador está en descubrirlo. Algunos cantan, unos bailan, otros dibujan, otros pintan… ¡En fin! La lista es interminable, casi como lo que puede llegar a plasmar con sus manos Yisnelys Coronel, una joven diseñadora venezolana que ha convertido su nombre en marca y quien me ha enamorado con todas sus fabulosas creaciones.
Las piezas de Yisnelys Coronel se caracterizan por estar pintadas totalmente a mano, arte que fue perfeccionando con el tiempo. “Desde pequeña siempre sentí afinidad por las artes plásticas. Era de pintar mucho las paredes de mi cuarto y recuerdo que cuando tenía aproximadamente 8 años, le dije a mi abuelo que quería ser pintora y que deseaba que mis pinturas fuesen exhibidas en algún museo. Ya a los 12 años descubrí que también me gustaba la moda, auque cuando me gradué de bachiller a los 17 no pude estudiar lo que siempre había querido que era Artes Plásticas o Diseño de Modas. Fui criada por mis abuelos y aunque ellos me apoyaban siempre en todo, no podían pagarme los estudios. Luego a los 21 años, después de haber perdido a mi abuelo, se me presentó la oportunidad de estudiar Diseño de Modas y es cuando por primera vez me sentí sumergida en el mundo de la moda y el arte. ¡Sentía que estaba dando un paso para que mis sueños se hicieran realidad!”
Y yo tengo la certeza de que el abuelo de Yisnelys ayudó para que eso sucediese. Los abuelos son seres maravillosos que nos cuidan cuando están físicamente presentes, pero también cuando pasan a otro plano.
Inició estudios a finales de marzo de 2016, pero se vio forzada a abandonarlos tiempo después. Necesitaba hacer algo que le ayudara a mantener su creatividad activa, pero que además fuese económicamente productivo. Una de sus mejores amigas había llegado de viaje y le regaló un lote de 10 franelas para que ella empezara a pintarlas. En menos de una semana ya las tenía todas listas. Le tomó algunas fotos, las subió a Instagram y Facebook… ¡fue un BOOM! (como ella misma lo define con el rostro iluminado). Muchas personas le escribieron para hacerle pedidos y, poco a poco, fue construyendo una marca más profesional. Un amigo diseñador gráfico la ayudó con el logo y algunos amigos fotógrafos y modelos trabajaron con ella para hacer de lo que es hoy Yisnelys Coronel.
¿Qué distingue a Yisnelys Coronel de otras propuestas?
Mi marca en el mercado venezolano es una propuesta muy diferente a lo que se está acostumbrado a ver, porque son piezas únicas, pintadas a mano, que no son para nada convencionales y eso hace que capturemos la atención del público tanto joven como y adulto que se atreve a ser diferente.
¿Yisnelys Coronel en 3 palabras?
Creo que me quedaría un poco corta con solo 3 palabras, pero sin duda lo que más nos define es la pasión y el amor que ponemos en cada pieza. Yo particularmente soy extremadamente detallista y trato de buscar siempre la perfección. Con cada diseño que realizo busco superarme en calidad e innovación para mantener al público satisfecho y expectante.
¿Cuál ha sido de acuerdo a tu experiencia, el diseño que ha tenido más aplausos? ¿Y cuál es el favorito desde lo personal?
Sin duda, uno de los diseños que más ha gustado por el realismo y la simetría lograda es la franela oversize de la Reina de Corazones, que realicé para el desfile de Caracas Moda que rendía homenaje al director de cine, Tim Burton. ¡Fue realmente un éxito! Y además es una de mis piezas favoritas.
Tomando en cuenta la versatilidad y el talento de esta intrépida venezolana, es casi imperativo preguntarle qué es lo que jamás pintaría. “Jamás pintaría algo con lo que no me sienta completamente satisfecha, porque para mí el arte se trata de disfrutar y pasarla bien y cuando me piden algo que no me gusta o no me convence el diseño y no me dan la posibilidad de cambiarlo o agregarle mi estilo, prefiero no hacerlo porque sé que no lo voy a disfrutar.”
¿A qué se debe el indiscutible éxito de Yisnelys Coronel? ¿Qué se siente que tus piezas desfilen en una pasarela, que es el sueño de muchos diseñadores pero que no todos alcanzan?
Creo que a la Gracia de Dios y a la constancia que he puesto en mi marca. Algunas personas me han dicho que se nota la pasión y el amor que le pongo a mi trabajo, pero yo creo que más allá de eso, lo más importante es que sé que Dios está conmigo y sin duda alguna este es apenas el comienzo. Para mí es una gran bendición poder ver cómo mi sueño se materializa y ver mis diseños recorrer la pasarela. No tengo palabras para poder describir lo que siento en cada momento porque es una mezcla de emociones, pero no te mentiré. A veces se siente muy raro y hasta incómodo para mí, en especial cuando me toca salir y siempre estoy pensando en qué otra pieza podía haber agregado o quitado de la colección.
El brillo de Yisnelys Coronel ha traspasado fronteras. Tanto, que fue invitada a la Vancouver Fashion Week. Sin duda, una convocatoria muy anhelada por diseñadores en todo el globo terráqueo. “El día que leí el correo que me enviaba la organización de la VFW, ¡no lo podía creer! ¡Literal!” –dijo con una amplísima sonrisa- “Hice una video-llamada por Skype para validar que no se tratara de una broma. Ahí fue cuando conocí a Anna Planas, Coordinadora de los Diseñadores, quien resultó ser una española espectacular y muy amable que me ayudó a entender muchos detalles de la mencionada semana. Estaba feliz porque era algo que siempre había querido y soñado, pero que pensé que llegaría un poco más tarde.”
Muy emocionada, la diseñadora continúa. “¡Imagínense! ¡Pónganse en mis zapatos! Soy una joven de 23 años que inició un emprendimiento con talento y muchas ganas de una tienda virtual con pocos recursos y, además, soy venezolana. ¿Saben lo que significa eso? No voy a hablar mal de mi país, porque me siento profundamente enamorada de Venezuela, pero también estoy muy clara de que en estos momentos mi país es mi propia barrera. Aun así, de nuevo tengo que decir que todo esto es gracias a Dios, que ha depositado habilidades artísticas en mí y que ha juntado a la perseverancia y la voluntad de seguir haciendo lo que amo, más allá de que las situaciones a mi alrededor a veces me hagan querer hacer lo contrario.”
No podía despedirme de Yisnelys sin antes pedirle un consejo para aquellos que tienen un talento pero no se atreven a manifestarlo por miedo al rechazo. Ella, con esa pasión que la caracteriza, respondió sonriente: “mi mejor consejo es que sean libres y que hagan las cosas no para complacer a otros, sino para ser felices. Obviamente, siempre van a surgir críticas, a veces más negativas que positivas, pero lo importante es creer en uno mismo y disfrutar siempre de las habilidades que Dios ha depositado en nosotros.”
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