Este fin de semana, en varios países del mundo celebraremos el Día de las Madres. Hay que aceptar que no podemos borrar esta festividad del almanaque pero sí podemos hacer algo al respecto para sentirnos mejor cuando hemos perdido un hijo. Tratemos de hacer honor a la memoria de nuestro hijo o de nuestra madre en esta fecha, preparando alguna actividad en familia para conmemorar este día especial.
Feliz Día de las Madres en duelo, a las mamás de todo el mundo cuyos hijos no podemos ver. El vínculo afectivo madre e hijo es uno de los más poderosos que existen. Esa unión con su cuerpo, primero a través del cordón umbilical y después a través del pecho materno, deja una huella indeleble.
En teoría en el 2016 debí celebrar esta fecha con mi Súper Diego y el Gran Andrés pero en la práctica solo estaba el hijo mayor. Temía que llegara este día. Sólo de pensar que mi Chocolate no estaría presente, las lágrimas brotaban de mis ojos. Ahora comprendo que sentir esa ansiedad y tristeza es parte del proceso. Llorar no es un retroceso, sino una declaración del profundo amor que siento por él y el dolor que produce su ausencia.
Andrés Ignacio, serás la página más importante en mi vida, en especial el día en que llegaste al mundo. Tu corazón siempre vivirá en el mío. Saludo, bendigo y honro a todas las mamás que tantas veces se sienten arrebatadas por el dolor, por la inmensidad de la falta, por el eterno y perfecto amor. Ese amor que no tiene a dónde ir, más que a un desahogo sobre la almohada, palabras al viento, una carta, un poema, o una canción.
Lo que sí disfruto es cada uno de los detalles que recibo de mi Diego Alejandro. En el colegio cada año me sorprende con la actividad que realizan. Me enamoran las manualidades que recibo, la canción que nos dedican en el compartir, sentir sus brazos sobre mi nuca y ver su tierna y más sincera sonrisa al recibirme en el salón. Este año tampoco voy a tener una foto con ese hijito que tanto amo y me hace falta pero Dios es tan noble, sabio y perfecto que mi retrato lo completará mi princesa Arcoiris.
La ausencia de tu hijo se siente aún más en este día. La manera en la que elijas pasar el Día de la Madre cuando tu hijo ya no está, puede diferir de un año a otro. Los expertos en duelo coinciden en que lo más importante es que escuches a tu corazón y te permitas hacer lo mucho o poco que te creas capaz de hacer. Darte permiso para llorarlo y rendirle homenaje del modo que creas oportuno.
Me despido como siempre lo hago cuando escribo sobre ti hijo: “Dios te bendiga. Te amo. Un beso enorme y un fuerte abrazo que lleguen hasta el cielo”.
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