La mirada atenta es parte del arte de lo humano, refleja la intensa empatía con la intimidad del otro, sin invadirla. Los gestos son el zumbido que reciben los ojos. Se origina la vibración y el inicio de la danza en un mismo espacio, su duración podría importar, pero lo esencial es el registro de instante preciso elevado como momento sublime. Este poema intenta capturar esos segundos precisos.
Emoción
Disputo mi posición
contra el oleaje
de su bolso.
Vale la pena,
sólo por la emoción
de transportar mi afecto a sus gestos.
Lo mío un regalo,
un ser sin envolver,
nuevos afectos para su diccionario de intimidad.
Ella se agita para mi alivio,
fue sólo un retraso,
el giro de una mariposa.
Demasiado aficionado a la destreza,
mis dedos revolotean
por los límites de su cara.
Su boca,
me cerco a,
las bisagras se estremecen.
- El virus nos dejó en blanco, un poema de Eduardo Escalante - marzo 27, 2020
- El mal no se levantó del infierno, un poema de Eduardo Escalante - marzo 20, 2020
- Escribiendo cosas en silencio, un poema de Eduardo Escalante - marzo 6, 2020