Me encanta el hecho de saber que con la treintena llega algo de calma, paz interior y sobre todo independencia; sin embargo, el ser sobreviviente – sí, porque es un reto superarlo – de un divorcio te hace replantear muchas cosas que en algún momento creíste que estaban más que superadas.
Ser un soltero con más de treinta años y estar en cierto modo en una cultura muy conservadora te convierte en una especie extraña o peor aún, una persona “diferente”. Imaginen que a un gay se le “pase el arroz”; a una mujer se le “seque la carne” o a un hombre heterosexual “se le vaya el tiempo”, increíble ¿no?
Pues la aventura comienza cuando descubres que ya no te conformas con cualquier persona que llega a tu vida, cuando te planteas más perspectivas que necesidades. No sé si podría definirse como una fina forma de vivir en comodidad y en la zona de confort, pero, ¿si estoy cómodo conmigo mismo, por qué incomodarme con otro?
Debo destacar que no es un tema de negativismo, sino de tranquilidad y paz interior que consigues, si y solo si, estás en lo que consideras plenitud de vida.
Todo comienza con la definición
De hecho, creo que el término “soltería” está mal usado y bastante desdeñado en la sociedad actual, para much@s el estar soltero es sinónimo de derrota, fracaso y soledad. Cuando en realidad se define soltería como “un estado civil, con reconocimiento legal, en el que se encuentra aquella persona que no ha contraído matrimonio. En este sentido, es la opción contraria al casamiento o matrimonio y el estado civil por defecto o supletorio”. (Diccionario de la Real Academia Española).
“…El término latino solitarĭus derivó, en nuestra lengua, en el adjetivo soltero. El concepto menciona al individuo que no contrajo matrimonio ni tiene un vínculo sentimental estable. El soltero, por lo tanto, es aquel que no está en pareja…”, esto puedes leerlo infinidad de veces y preguntarte, ¿dónde dice que se define como infeliz, como fracasado o en el peor de los casos, como perdedor?
Incluso, si escudriñamos un poco más a fondo esta definición diría que quien está saltando de relación cada trimestre y de corazón cada semestre es un “soltero”, puesto que, como lo define la Real Academia Española “no tiene un vínculo sentimental estable”.
Entiendo que si eres un nómada del amor, eres un soltero perpetuo disfrazado socialmente con máscaras de felicidad y mensajes moralmente aceptables y socialmente necesarios.
El mal de Arjona o Ed Sheeran
Todos hemos sido víctimas o amigos de una canción del ya mundialmente conocido Ricardo Arjona, ese maniático de las relaciones tormentosas o del pelirrojo adicto al amor y a la dependencia emocional y, lo digo con basamento y conocimiento, si lloras con ellos es porque en el fondo eres igual.
Después de escuchar detenidamente sus letras y composiciones, las cuales, hay que decirlo, tienen su mérito, descubres un marcado y claro estilo melancólico, triste y doloroso, es una especie de desgarre sangriento en medio de la caza de una oveja.
El secreto: hablar o expresar lo mismo, dolor. Me pregunto, desde mi burbuja de soltero feliz e independiente: ¿qué harían estos señores si “el día después de mañana” estuvieran felices? No podrían cantar nada.
Volviendo a nuestro análisis principal, ser soltero con 33 años: ¿es realmente tener libertad o vivir una constante aventura? Esa montaña rusa de emociones sociales y personales aderezadas con canciones de todo género y comentarios de todos los gremios es algo que definitivamente tiene mucha tela que cortar.
Sin embargo, me encanta el hecho de saber que con la treintena llega algo de calma, paz interior y sobre todo independencia; sin embargo, el ser sobreviviente – sí, porque es un reto superarlo – de un divorcio te hace replantear muchas cosas que, en algún momento creíste que estaban más que superadas.
Acompáñame en esta nueva aventura de anécdotas e historias que seguro te llevarán de la risa a las lágrimas o de la introspección a la decisión. Pero en definitiva y que quede claro: “A mí me gusta así…”.
Fotografías: Daniel González Blanco
Twitter: @tadebravo
Instagram: jtadeobravo
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Excelente artículo