El escritor no busca, a veces encuentra el lenguaje al máximo en sus virtudes y fracasos, en su terror y su belleza. Se podría decir que intenta un exorcismo en el juego del universo, digo así, porque no solamente se tiene visitas de lo conocido, de lo que existe no sabido, y de los misterios que el propio universo se inventa. Ya en la tierra, el escritor vive en medio de los trances de la existencia, el presente, los memoriales, y los amaneceres que se esperan. Entonces, inicia sus diálogos con ellos. El primer poema es la pérdida imposible de asumir. El segundo poema es la síntesis de lo que en este párrafo está escrito.
El hombre que se murió buscando una botella con un mensaje
Era barro, ahora huesos sumergidos
en agua multiforme y roja,
tensiones de corpúsculos,
hilachas que tejen y no descansan,
leen, leen, escriben, escriben.
Demasiados diccionarios,
piel de cuero,
contracciones de corto alcance,
ceniza anunciada en su alma.
Ella hierbe, pocos gramos,
gusta de galletas,
masca en diferentes lenguas,
corre, en la calle inundada,
sabe que sombra no alcanza,
otros vientos la atraen.
Maletas listas, aunque hueso
no escucha. Él anda, se esparce,
sin cautela. No puede ser
que no haya dejado un mensaje,
se atrapa en tiempo oscuro.
Valor incalculable para él,
no puede ser una traición,
mira el mar con respiro en represión:
¿dónde ha desaparecido ella ahora?
¿se fue con su vestido de noche
de blanca muselina? después
atronador relámpago y trueno en la casa vacía.
Una anciana de la ventana de enfrente
observa alarmada por el silencio
las ventanas que lloran.
el alma saltó al infinito
con el demonio escondido en la botella.
Balada de un pájaro raro
Sí, mis ojos son agredidos,
niebla con humo, a veces
también me pongo su disfraz.
iluminar aún más la existencia
desde el revés de los párpados
que tiene grabadas y narra sus escenas:
fotografías, textos, gritos, cantos
y lo que no se sabe nombrar
El río corre para hacer reflexionar al árbol,
cada maraña de ramas tiene a una hoja atrapada,
tantos compitiendo para ser los más brillantes.
Aire ligero, bandadas de pájaros buscando
el alfabeto del cielo para poder plantar su huevo.
cada historia tiene en la boca su propio
sol y luna
todo como en la iglesia
un sacerdote preparando el tono de la misa
toda la sangre en el césped
Ante mí, veinticinco fotografías y ni una sola palabra.
algunos cantos de aves en un campo verde.
Cómo capturar el vacío del cielo, ¿qué hacer con él?
Ni una sola rotura en la niebla brumosa.
no se puede ir dócilmente
habrá palabras que no alumbran
olas que querrán brillar y no pueden
habrá palabra que evade y extravía
(cada palabra que se ensució
se ovilla en el olvido de
su mínima verdad)
Esbozo paredes de color pinto reflexiones en las uñas,
decoro papelitos para
colgarlos en árboles desnudos.
Hago costuras en mi codo el traje está raído,
lleno los bolsillos de palabras mi nieto las saca
son conejos blancos
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