Un buen día, esta diseñadora venezolana decidió dejar su trabajo en una empresa aseguradora y comenzar un negocio propio que le permitiera estar más tiempo con su hijo. María Blanco nos cuenta su historia de éxito frente a Confecciones Marvic.
Muchas veces, sin importar nuestra preparación académica o lo que nos trazamos como profesión en un determinado momento, tomamos la decisión de emprender un nuevo rumbo hacia una verdadera pasión que, como casi todas las pasiones, va acompañada de riesgos y también de satisfacciones. Tal es el caso de María Blanco, quien en una amenísima conversación me compartió cómo pasó de ejercer su carrera (Licenciada en Recursos Materiales y Financieros) en una importante empresa de seguros venezolana a independizarse a través de la enseñanza de elaboración de bañadores y el diseño propio de estas piezas.
–¿Cómo inició el emprendimiento de Confecciones Mavic?
–Inicia por un deseo de pasar más tiempo con mi hijo. En una oportunidad apoyé a una amiga con la venta de trajes de baño. Hasta que decidí confeccionarlos yo misma e hice algunos cursos para aprender a elaborarlos. Mi grupo de clientas eran mis compañeras de trabajo en la empresa aseguradora, así como algunas amigas de la universidad. Luego expuse más las piezas al ofrecerlas en bazares de diseño venezolano, lo que permitió que mi cartera de clientes se ampliara.
–¿Cómo fue el cambio de un rol laboral a otro?
–Me afectó en cuanto el extrañar a los compañeros de trabajo; el día a día en la oficina. Confieso que el trabajo como tal no lo extrañé muchísimo, porque aunque tengo un Contador que me apoya, igual en mi nueva empresa llevo la administración. Y si de algo estoy convencida, es que los cambios hacen la vida más divertida.
–¿En qué momento decidiste enseñar y por qué?
–Mi papá es sastre. Él siempre me hacía piezas personalizadas, sobre todo pantalones. Luego me enseñaba cómo hacerlos. Y creo que de él me vinieron esas ganas de enseñar a otros a aprender lo que yo ya dominaba. Así que aproveché su sastrería y poco a poco fui convirtiendo un espacio de allí en un salón de clases, comprando máquinas de coser y acondicionando el lugar. Empecé enseñando a mis amigas. Luego ellas le comentaban a otras y fui ampliando el círculo. Los cursos eran los domingos, pues así no interfería en la actividad regular de la sastrería y yo podía seguir trabajando en la empresa aseguradora. Así estuve por un año.
El gran salto
María nos confiesa que aunque le iba bien en la confección y venta de trajes de baño, así como en la enseñanza para elaborarlos, seguía en su trabajo de siempre por temor a abandonar su zona de comodidad y un ingreso salarial seguro. Sin embargo, después de un año, decidió dedicarse por completo al emprendimiento que había despertado en ella una gran pasión. Su padre, quien para mí ha sido el gran mentor de María Blanco, igual le advirtió que la independencia laboral tenía sus altas y bajas y que temía que echara por la borda todos sus años de estudio. Con esto presente, una gran determinación y muchísima ilusión, nuestra entrevistada se volcó de llenó al mundo de los trajes de baño en Venezuela, donde hay un mercado maravilloso por gozar de un divino clima casi todo el año, pero donde también hay un sinfín de diseñadores de bañadores.
–¿Crees que todos podemos aprender a elaborar trajes de baño?
–¡SiiiÍ! Todo es cuestión de querer hacerlo. Es tener las ganas de tener un emprendimiento en tu vida. Hay que tener paciencia, sobre todo si nunca se ha tenido contacto con una máquina de coser. La costura puede no resultar perfecta a la primera, pero poco a poco se va aprendiendo. ¡Es ensayo y error, como todo en la vida!.
–¿Qué es lo más sencillo y lo más complicado de elaborar trajes de baño?
–Lo más sencillo es enhebrar la máquina, porque la guía en la máquina viene predeterminada para saber por dónde pasar el hilo. A veces lo más difícil en engomar, porque requiere mucha precisión. Y para otras alumnas es cuando hay que pasar por una curva de la pieza con la máquina. Más de una alumna sigue derecho y de inmediato gritan desesperadas pidiendo mi auxilio. Pero eso también se aprende y se supera. Mis cursos duran dos días, y es notable como el segundo día ya las alumnas llegan con mayor seguridad en su encuentro con la máquina.
–¿Tus alumnas aprenden para el consumo propio o para crear su propia empresa?
–Hay de ambos grupos. He tenido grupos familiares o de amigas que ya tienen un proyecto comercial y van con una idea específica al curso. Algunas hasta tienen empresas registradas, que ya producen piezas vinculadas a los trajes de baños, como accesorios, y quieren ampliar el negocio. También hay otro grupo amante de los trajes de baño, típico de la mujer venezolana, que hacen el taller para confeccionarlos para sus familiares y, por supuesto, para ellas mismas.
–¿Cuál ha sido el elemento diferenciador para el éxito de Confecciones Mavic en el reñido mercado de talleres y cursos para elaborar trajes de baño en Venezuela?
–¡La gran paciencia que tengo para enseñar en sin duda un elemento fundamental! Trato con mucha paciencia a todas las alumnas, independientemente de su experiencia con la costura. En cada taller se crea un buen ambiente grupal durante y algunas alumnas hasta quedan como amigas entre ellas o conmigo después del curso. Parece un retiro espiritual de mujeres.” –confiesa soltando una carcajada. “Me gusta que todas las alumnas se vayan con un aprendizaje completo. Mantengo el contacto después del curso, por teléfono o por correo, y sigo aclarando dudas. A veces hasta colaboro a hacer piezas que las alumnas me envían por referencia. Y, entre las características que hacen que mis talleres se distingan positivamente, no puedo dejar de mencionar el divino café que prepara mi papá, quien además de confeccionar trajes, también deleita a mis alumnas con su rica bebida caliente.
–En cuanto a piezas de baño, ¿qué crees que distingue a la mujer latina?
–Las latinas poseemos cuerpos curvilíneos y su forma en sí es una manera de resaltar. En cuando al diseño, nos encantan modelos muy originales, con un toque coqueto y alegre en sus colores y apliques a mano. Eso se nota sobre todo en el diseño venezolano.
–¿A qué crees que se debe que en la actualidad son bien vistos los trajes de baño enteros, los retro y los clásicos bikinis?
–Creo que se debe a que ahora los trajes de baño van más adaptados a los tipos de cuerpo y a la personalidad de cada quien. Por ejemplo, la que tiene pancita, va a preferir el modelo retro para disimularla. La que es más delgada va a escoger un modelo mucho más chiquitico, con top de triángulo o panty descaderada. Aunque eso no es imperativo, puede haber una rellenita que le encantan los bikinis ultra chiquitos o una flaca que adora usar trajes de baño enteros. El modelo va de acuerdo al cuerpo, pero sobre todo al gusto de cada quien. Cuando trabajo por encargo, me especifican partes del cuerpo para disimular: Sin liga para que no haga cauchito; cuando hay barriguita el bikini al ombligo; así como hay algunas muchísimo más atrevidas que piden que apenas se tapen los pezones y las pompas… La lista de peticiones es casi infinita.
–¿Cuál será la tendencia en trajes de baño para lo que resta de 2016?
–Sin duda alguna, los colores tropicales, llamativos y neones están muy presentes, sin dejar a un lado el dorado y plateado, que le dan un toque chic a cualquier pieza y siguen ganando adeptas día tras día. En cuanto a modelos, los traje de baño retro seguirán causando furor.
¡La colección Primavera Verano Tropical al fin llegó!
María Blanco, como buena apasionada de los trajes de baño, desde hace algún tiempo quería lanzar su propia colección de bañadores. Entre sus talleres, que le ocupan gran parte del tiempo, y la confección de trajes de baño personalizados, el sueño de una fabulosa colección se iba postergando cada vez más. Sin embargo, finalmente “Primavera Verano Tropical”, nombre que lleva la reciente colección de trajes de baño de Confecciones Mavic ya es un hecho, y en ella se ha plasmado la belleza, la alegría y la chispa de la mujer latina. Tiene piezas que van desde los clásicos bikinis hasta modelos más cubiertos como los dos piezas con tops manga larga tipo surfistas. La colección reafirma que hoy en día las mujeres no sólo buscan lucir hermosas bajo el sol en la playa o en la piscina, sino que también hay una nueva conciencia sobre la importancia de cuidar la piel ante la exposición solar.
–¿Y qué hay de aquellas mujeres que jamás van a la playa, a la piscina o a cualquier lugar donde tengan que mostrar su cuerpo, porque sienten un gran complejo con su cuerpo?
–¡La vida es una sola! Hay que vivirla y gozarla. Todas tenemos derecho a disfrutar el sol con un traje de baño. ¡Todas somos bella! Hay que buscar el traje de baño ideal. Pero lo más importante es querernos a nosotras mismas. ¡Hay trajes de baño para todas!.
Antes de despedirme de María, a quien pueden encontrar en Instagram como ConfeccionesMavic2013 para tener las coordenadas de sus talleres en Las Mercedes en Caracas, le pedí un mensaje para aquellas mujeres (y hombres también) que tienen una idea de emprendimiento en su cabeza y corazón, pero tienen miedo de salir de su zona de confort por temor a lo desconocido. A lo que ella me respondió con la apacible sonrisa que la caracteriza: “¡Que se atrevan! ¡Que crean en sus sueños! ¡Que crean en ellas mismas! Nunca dudemos de nuestra capacidad. Yo me asusté al dar el salto de salario habitual a la independencia, pero es imperativo tomar el riesgo para cristalizar algunos sueños. También es importante apoyarnos en nuestros seres queridos, que son los que están con nosotros en las buenas y no tan buenas. Insisto. ¡Hay que atreverse! ¡Y atreverse con actitud positiva!”
Cabe destacar que por los salones de Confecciones Mavic han pasado talentosas alumnas que hoy en día son reconocidas diseñadoras dentro y fuera de las fronteras venezolanas.
Definitivamente, María Blanco y Confecciones Mavic son una muestra de la tenacidad y el talento latino, que son tan grandes como inquietos, y siempre buscan nuevas maneras de manifestarse. Los sueños sin acciones son sólo sueños, y aunque es lindísimo soñar, les invito a que trabajemos para que esos anhelos dejen de serlo para convertirse en palpable realidad.
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